Un día desperté, y se habían llevado sin consultar sin orden ni notificación el tacto, mi razón, la idea feliz, la canción, el pegamento que me mantuvo unida, la vieja brújula (con norte incluido), la noción, las emociones buenas y mi pasión, el escudo y mi espada.
Me dejaron un corazón enmohecido, ajado de tanto doblar, que ya ha olvidado cómo latir.
En fin.... bielamos...??
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