Ella que vestía sus delicadas plumas multicolor
no pudo estar preparada para tamaña sorpresa.
Los grises, haciendo uso de su descomunal fuerza
la sumergieron sin piedad en el pozo repleto del líquido espeso y putrefacto.
La rompieron, apagaron su luz,
ella no tuvo más que nadar en la oscuridad, entre los entes simples
pulular hasta encontrar el arco iris otra vez
otra vez
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