La soledad violeta, adornada con la niebla espesa cuenta las historias lastimeras de imposibles, de adioses.
Junto los gritos en un solo soplo amargo que compacta los dolores y los hace girar en la herida.
Esa herida que no cierra, que con tus pasos monótonos taladra y taladra la piel rosa, que de tanto punzar se hizo carmesí.
Baila sobre mí, conduce el aterrador deseo y con un solo golpe arranca la razón!
No hay comentarios:
Publicar un comentario